KU MAGAZINE. Buscando la otra mitad de la Naranja.
Fotografía. Coolhuting |
¿Qué pasa cuando sentimos que no hemos hallado
realmente a la persona del sexo opuesto que puede parecernos la otra mitad que
nos falta? Algunos llaman a esa persona que tanto buscan como complemento su
media naranja y en el caso de pasar mucho tiempo sin pareja pueden caer en sentimientos negativos que
afectan la salud emocional y física.
Hombres
y mujeres empiezan a abrumarse cuando pasado los treinta no tienen una relación
estable. Aunque la edad no debería significar nada se observa que unida a la
presión social desencadena una búsqueda a toda prisa contra el tiempo por hallar
pareja; y esa necesidad en algunos casos se convierte en ansiedad lo que
constituye un riesgo para el equilibrio psicológico.
En muchas
ocasiones es aconsejable no desesperarse y mantener la calma. Al fin y al cabo
dicen que todo llega en vista que el alterarse no dará como resultado encontrar
a la pareja ideal que anhelas, sino sufrir por el problema en cuestión o en consecuencia tomar como salida o medida
de escape de nuestra incertidumbre y soledad
al primer hombre o mujer que se
nos cruce en el camino y así cometer un error del que luego podrían
arrepentirse.
La
soledad es uno de estos problemas palpitantes y delicados del alma humana que
nos afectan a todos, independientemente de nuestra situación material, nivel
intelectual o títulos adquiridos. No existe ni una sola persona que pueda
presumir no haber sentido nunca en su propia
piel ese estado interno tan particular que puede ser a veces doloroso y a
veces, por el contrario, muy profundo y especial.
El
miedo a la soledad es natural y comprensible,
pero a menudo se convierte en una fuente de decisiones erróneas, estados
psicológicos verdaderamente tortuosos y desaciertos motivados por razones muy
diversas y discutibles.
Fotografía. Coolhunting |
El
miedo a la soledad y a enfrentarse a una nueva vida hace que muchas personas
mantengan una situación de pareja, conflictiva o simplemente rota por el tiempo
o por la situación, ya no hay cariño ni amor, sin embargo seguimos la monotonía
del día a día sin plantearnos otra opción. También entra en juego aquí la
dependencia que ha surgido de esa persona, ya sea una dependencia material o
emocional, a menudo las personas no se separan por problemas económicos, o por
los hijos o porque creen que no podrá vivir sin el otro, se siente inútil para
llevar una vida en solitario. De tal manera que ante posibles problemas corre
un “espeso velo” que le impide ver la realidad y seguir en su rol de familia
feliz.
En el
planteamiento de este objetivo es importante comenzar por moderar y
flexibilizar las exigencias acerca del perfil de la persona que nos gustaría
encontrar. Para las mujeres, un hombre significa protección, alguien que las
apoye y comprenda cuando ellas lo necesiten. Son soñadoras y anhelan el día en
que encontrarán a ese príncipe azul, a ese caballero medieval que las haga
felices. En cambio, para el hombre no hay nada como el amor de una mujer.
Tratan de ser comprensivos e intentan lograr que la mujer se sienta a gusto a
su lado.
vivir
mi vida
con
quien me quiera
dios
dame fuerzas
que me
estoy muriendo por irte a buscar.
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